miércoles, 6 de enero de 2010

Avatar, déjà vu o la apuesta por la incultura.

Avatar, déjà vu o la apuesta por la incultura.

 

Déjà vu, mejor conocido como paramnesia que según el diccionario de la real academia de la lengua significa:

1. f. Med. Alteración de la memoria por la que el sujeto cree recordar situaciones que no han ocurrido o modifica algunas circunstancias de aquellas que se han producido.

Me senté en la sala de cine y mientras la historia de Avatar avanzaba, me di cuenta de que tenía un déjà vu.

Si bien la originalidad no existe, tampoco uno puede abusar de la ignorancia del público, pues bien habrá alguno que sepa del trabajo de autores como Isaac Asimov, Hayao Miyazaki y Roger Dean.

Entiendo que la originalidad no existe, pero no podía más que indignarme ya que semanas antes había escuchado que James Cameron "había vivido con la idea de Avatar por docenas de años".

Docenas significan al menos veinticuatro años. Fundación y tierra fue publicado en 1986, la película de Avatar comenzó a realizarse en 2004, menos 24 años que fue el mínimo establecido de la idea que rondaba los sueños del señor Cameron da un total de 1980. Seis años antes de que Isaac Asimov publicara la idea de Gaia, para los que no han leído la serie de fundación, Gaia es la idea de un organismo global que se integra de múltiples seres vivos que comparten información con el todo de una forma parecida a un ordenador.

En 1986 Hayao Miyazaki lanza Laputa (Castillo en el cielo). Miyazaki nos cautiva con un mundo maravilloso que flota en los aires, en donde la tecnología y la ambición humana hacen una mala combinación.

Para 1991 el ilustrador Roger Dean terminó sus pinturas "Guardians" y "Tsunami"  de 1992 al 93 "Floating Islands" y para 1996 "Sea of Light".

Bueno el señor Cameron se adelantó a estos autores o simplemente apuesta a la ignorancia del jóven público.

No le resto mérito al director de Avatar, ya que llegar a la fórmula del éxito no es nada fácil, más bien mi esfuerzo es hacer referencia al trabajo anterior que sirvió de base para la realización de la película, además de no estar de acuerdo con la forma en cómo se contó una historia contada miles de veces.

Impensable que fuese una mujer la que se fuera con el crédito más allá de sacrificarse por amor, sobre todo tratándose de una especie diferente a la humana además de "incivilizada".

Otra cosa que me salta, es la forma en que se presenta la majestuocidad de la naturaleza, es sorprendente sí, hermosa sí, pero extraterrestre. Nada más triste que saber que un niño sólo sentirá admiración por aquella naturaleza que sea fantástica.

Quizá esto defina la fórmula del éxito del señor Cameron, la necesidad de identificarse con la cultura dominante. Una cultura que nos da la autorización de abandonar la idea de "civilización" para salvar la biodiversidad y el equilibrio ecológico, historia que han vivido cientos de culturas por el colonialismo europeo. El drama que se vive en China, Brasil, en México, en pro de la cultura de consumo y a costa de la ecología.